Wednesday, August 10, 2005

Relájate cariño

Relájate cariño
que mi amor bueno
siempre está contigo.
Trae paz a tu cerebro,
no abrigues temor
en tu cuerpo.
Suelta tu corazón,
que se una a mi vuelo
que por ti me desvelo
y mis sueños te ofrendo.
Ojalá te plazca mi amor
como goza mi alma
al pensarnos juntos
todo el tiempo.
Disfruta mi amor
que esto no es un juego,
es todo real, es concreto.
Y te doy mi corazón
para que lo enciendas
en tu fuego.

Pero mañana estaremos cerca

Ya he recorrido en mi mente
toda solución posible
para repudiar todo
fantasma del olvido.
La distancia enorme
por si sola aterra
pero yo aún no arrío las velas
de la nave que a vos me lleva.
No dejes que el mar
que tanto amas
te impida ver la tierra
que hay más allá del acá
y ahora
con todos sus problemas.
Solo es cuestión de esperar
un poco más,
solo es cuetión de paciencia
para que pueda llegar a vos
y demostrarte
que mi alma no juega
y que el amor con voluntad
vale más
porque está en guerra
contra la desmemoria
y el desdén,
contra la falta de piel
y los besos al aire que nos demos.
Estamos tan lejos hoy
pero no mañana estaremos cerca.

Machucones

Me he herido.
Me he dado
las narices contra el piso.
He tropezado
tantas veces
con piedras similares
que mis pies ya caminan
sin el auxilio de mis ojos.
No me asustan
más los golpes y caídas,
solo busco que mi alma
se libere
de la soledad,
tan compañera siempre.
¿Qué me van a hacer
más golpes?
Si tengo el corazón morado
de tantos machucones.

Fugaz

Fugaz.
De vez en cuando
se me da la belleza,
lástima que tan fugaz
y rauda pasa la vida
y a veces apenas
puedo rozarla
con la punta de los dedos
cuando en realidad
se merece tormarla
con ambas manos.
Fugaz.
Fugaz como el tiempo.
Fugaz como el viento.
fugaz fue tu amor
en fuga.
Quedó sin aliento
y solo recuerdo el tiempo
fugaz
en el que tu sexo locuaz
se tomaba su tiempo
en mostrarme
que por más raudo
que fuese tu amor
siempre intenso
hasta atroz
fue amor de verdad
aunque tan fugaz.

Regalo celeste

En picada cayendo
como ave de presa
y sentirme estremecer
bajo tus garras.
¿Son tan fuertes tus alas
para llevar nuestro peso?
Tus colmillos rasgando
la piel de mi garganta
y como se me va la vida
entre tu boca
y mi sangre en tus labios.
Sin duda es
un sacrificio profano.
El predador solitario
no hace mucha ceremonia
cuando de alimentarse se trata.
Sentirte atacar
con furia salvaje.
Dejarme encantar
serpiente envolvente.
Lo extraño es
que sé mi destino de muerte,
Pero el hechizo es tan fuerte,
la promesa de gozo vence
todo temor y estremece
y llena la razón de niebla
y solo queda la esperanza
absurda de tenerte
aunque fuera cualquiera
el precio que cueste
un poco de tu amor letal,
regalo celeste.

No sé

No sé que sucede
si el casi cadáver de hoy
estará vivo mañana
o mejor abandonar
toda remota esperanza.
No sé que dejo aquí
y adónde voy
y si llegaré allí
y si voy a algún lado.
No sé lo que el destino
me depara.
No sé si el amor
del que te cuento,
del que me hablas
será amor
o se quedará en ganas.
No sé si hay luz
en tu ventana
y si la tela aún
sostiene a la araña.
No sé si mi corazón
late o me engañan
los sentidos
y todo lo que siento
es nada más
que el temblor de mi alma.
No sé tanto,
no sé nada
pero sigo en pos
de mi amada.

Dulzura cristalina

Entre luces y sombras
como imágenes
de un crepúsculo
eterno e inacabado
se desdibuja todo camino
y el horizonte
desaparece de mi vista.
Pero aún así
yo busco en las tinieblas,
en tenues luces
que tiritan de frío,
el abrigo de un amor,
el disfrute de un cuerpo,
la alegría del alma.
Aún medio ciego
y perdido,
aún tan confundido
no he dejado de buscarte.
Y a veces creo encontrarte
en medio de la nada
y te reconozco
por tu interés
en mis cosas más mimias,
en tu tesón y voluntad
para soportar
mis más fieras tormentas,
en tu delicada paciencia
plena de tenues palabras,
en tu voz pausada
y en la dulzura cristalina
de tus ojos
cuando me miran.

Tan bella y tan lejana

Me duele tanto
verte tan bella
y tan lejana
y pensar luego
que tu esfuerzo
más certero
es el ser siempre
remota e intocable.

Creo que toda tu magia
es precisamente esa,
la imposibilidad
de ser alcanzada.

Retorcida líbido
si solo te complace
apenas asomarte
para nunca
ser tocada.

Tanto... desde el día

Tanto misterio develado,
tantas sorpresas,
tantas alegrías,
desde el bello día
en el que me topé contigo.

Tanta tristeza erradicada,
tanto daño abandonado,
tanta oscuridad iluminada,
y que poco tiempo ha pasado
desde el maravilloso día
en el que te encontré a mi lado.

Tanto poema inspirado,
tanta alegría recuperada,
tanto amor que me has dado,
desde el generoso día
en el que en mi te has fijado.

Por un sí tuyo

Por un sí tuyo
te regalaría
todos mis poemas
escritos en todos
estos años de poeta
y te prometería
todos los que escriba
de ahora en adelante.

Por un sí tuyo
envolvería para regalo
cada uno de mis sueños,
ataría mi porvenir
a tu mañana
y no lo soltaría nunca.

Por un sí tuyo
olvidaría todos
mis temores
y solo la alegría
quedaría.

Por un sí tuyo
toda mi vida
te daría.

Misterioso ente

Eligiendo aromas
de flor en flor
como mariposa.
Con lanza de estambres
vence ogros,
brujas y dragones.

Tiene el hechizo
del primer instante
del alba
y el sereno fuego
del incandescente ocaso.

De puntillas
transita por tus noches
alimentando sueños
bellos y armoniosos.

Tiene la música
del viento entre las hojas,
se mece al ritmo
de la vida y de las cosas.

Atraparla es tan difícil
como olvidar tu sombra
pero quien lo logra
se hace de magia poderosa.

No te diré su nombre
porque quiero que lo sepas
cuando al fin veas
que siempre estuvo cerca.

Con todo tu equipaje

En bosques
de árboles enormes,
en aromosos aires,
en nuevas ciudades
o campos extranjeros.
Con gente alrededor
o en retiro extremo.
En cartas no leídas,
en respuestas jamás dadas.
En todos los temores
y certezas,
fantasmas y cavernas,
Con todas las tristezas
y alegrías.
Planes a futuro
y tanta historia.
Con todos los problemas
de pareja
y palabras a trasmano.
Con todo tu equipaje.
ya no estarás más sola,
jamás serás abandonada.
Contá con eso siempre
porque yo te amo.

Cruel contrasentido

Un canto a la alegría
me pedís todos los días
y yo de tan triste nunca puedo
y en mi interior ruego
a veces solo el no verte.

Es un cruel contrasentido
saber que podrías ser la dueña
de mi corazón y todos sus latidos
pero nunca quisiste hacerte cargo
de mi espíritu oscuro y amargo
que vivir en vos sueña y sueña.

No puedo con semejante canto
y ya de soñarte tanto, tanto
mi alma ya no sueña.

Requiem para la desmemoria

Debo abandonar afanes de
conocer tu colección
de estampillas,
ver a tu hija
bajo una caricia tuya
y mostrate el parto raudo
y doloroso
de mis versos.
Adquirir sabiduría
sobre tiempos, formas,
caprichos y secretos.
Fútiles ganas ahora,
pero hasta ayer
tan verdaderas
como mi actual
añoranza de todo lo tuyo
que conocí
y lo que nunca he conocido.
Añoro la esperanza
y tu presencia.
Añoro los anhelos,
tu dulce voz,
tus ojos de fuego,
tu meditada lógica
y tu loco sexo.
Es triste pensar
que ya no puedo
besar tu corazón
y encender tu cuerpo.
No quiero escribir más
de vos ausente.
No quiero pensar
en tu recuerdo.
Es hora que lo acepte
y escriba un requiem
para la desmemoria
(no digo olvido
porque eso es imposible).
Es tiempo que entierre
tu recuerdo
y termine el duelo.

Dejar las prudencias y los miedos

No cuestiones
mis palabras de amor.
No dudes de mis sentimientos.
¿Por qué no puedo amarte
casi sin conocernos?
¿Por qué no puedo
ser vidente?
Si te es necesario
un laborioso proceso
para saber de tu amor
¿Por qué yo debo pasar
por lo mismo?
De algún modo
siento que debo abandonarme
al sentir de mi corazón
y dejar las prudencias
y los miedos.
Este soy yo,
así es como siento.
No dudes de mi amor
solo porque te es
tan nuevo.

Breve reseña

Perdió sus primeros años
como quién pierde
solo un recuerdo.
Se le fue media vida
mirando, solo mirando
por la ventana
como los años iban pasando.
Formó su familia y su vigilia,
pero eso le costó sus sueños.
Un buen día despertó temprano
y el silencio dormido
de su casa resonó muy dentro
y le despertó un hambre
y un dolor tan dormidos
que no pudieron
abrir los ojos sin lágrimas.
Esa mañana se dió cuenta
del error y del final.
Hoy eso ya es historia
y no hablaré aquí del dolor
de saberse tan perdido,
aunque se hubo encontrado.
No hablaré aquí del puente aquel,
aquella noche tan negra.
Ni cuanto le costó descubrir
que podía ser feliz.
Y tampoco cuando encontró
con quién y luego la perdió,
pero ante tanta insistencia
por la vida, ésta al fin cedió.
Dejaré en las sombras como
y cuando decidió
ir a tomar su mano.
Solo diré que hoy
es mucho más hombre
y mejor persona
de lo que soñó llegar a ser
en sus más locos sueños.

A qué mira tu balcón

Ya sabré
a qué mira tu balcón,
que ves desde las ventanas
de tu casa,
cual es tu paisaje
cotidiano.
Veré las imágenes
que mira tu mente
a diario
y oiré los sonidos
y los silencios
de tu ambiente,
la música que gozas,
tu son acostumbrado.
Conoceré el latido
de tu cuerpo,
tus pestañeos
y el batir de tus alas.
Aprendidos los ritmos,
usos y costumbres
de todas tus jornadas
los haré también míos
y los amaré,
como ya te amo.

Como una marea

El incierto curso de mi vida
hoy me lleva al viejo mundo,
la diáspora argentina
me reclama
en nombre de mi amada.

Nunca pensé irme,
lo confieso
y tal destino me marea.

Nunca quise vivir
lejos de mi suelo,
pero mis sueños
me llevan a vos,
como una marea.

Tu luna es más fuerte
que la patria.

Mi patria hoy lleva
tu nombre.

Silencio inesperado

Pocas cosas son
tan elocuentes
como un silencio
inesperado.
Cuando pasan los días
y no sé nada de vos.
Cuando un te quiero
se queda sin respuesta.
Lástima que haya
sucedido así
sin mediar palabra.
Lástima que el fin
fuera tan callado,
elocuente y esquivo.
Un verdadero sinsentido
después de sentir tanto.
Lástima que esto
haya terminado,
pero más pena me da
es el no poder
haberlo conversado.
Es tu fantasma
tan callado
que hasta que
no pasaron días
no pude escucharlo.

Lamentar en versos tu partida

La vida a veces
es una broma.
Perdemos cosas importantes
con la gracia cruel
del ridículo.
¿Por qué tuve que encontrarte?
Si ahora te me vas
y nada puedo
más que llorar
y lamentar en versos
tu partida.
¿Por qué no habré
podido enamorarte?

Naufragio silente

El silencio
que de tantas dudas
me hablaba
hoy ya me dice certezas.
Lástima que en vez
de hechos consumados
sucedió la disolución
de toda esperanza.
El silencio
que de tantas sombras
oscureció el mañana
hoy me deja tu recuerdo
desdibujado.
Me hubiera gustado seguir
apostando a crecer
a tu lado.
Y si el fin siempre
resultara victorioso
preferiero yo
un adiós cara a cara,
un beso,
un apretón de manos,
que seas feliz,
me gustaría saber de vos
de cuando en cuando.
Un adiós tangible, honesto
y no este naufragio silente,
apagado.

Quiero

Retozar en tu cuerpo
ya no lozano
pero sabio.
En la grupa
de tus misterios.
Saborear las huellas
que el tiempo
dispuso alrededor
de tu boca.
Penetrar tus recovecos,
aprender tus ganas,
ser luego experto
de tu placer
y sus secretos.
Ver reflejada
en tu alma
toda mi alegría.
Y darte las gracias
por dejarme intentarlo.